Em Tradução:A Burguesia e a Contra-Revolução: diferenças entre revisões

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Colônia, 11 de dezembro
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DespuésDepois do diluviodilúvio de março [2] —un—um dilúvio em miniatura— loque quedócaiu na superfície de Berlim no fueronforam unos titanes ni unos colosos revolucionariosrevolucionários, sino unasumas criaturas de viejo estilo, unasumas figuras burguesas achaparradas: losos liberalesliberaies de lada Dieta unida [3] que representabanrepresentavam a laburguesia burguesía prusianaprussiana consciente. LasAs provinciasprovíncias que contabancontavam concom laa burguesíaburguesia másmai desarrolladadesenvolvida, laa provinciaprovíncia renana e Silesia, fueron las que aportaron el grueso de los nuevos ministerios. Les seguía todo un cortejo de abogados renanos. A medida que la burguesía iba siendo relegada a segundo plano por los feudales, las viejas provincias prusianas iban ocupando en los ministerios el lugar de la provincia renana e de Silesia. El único vínculo que une aún al ministerio de Brandenburgo con la provincia renana es un tory de Elberfeld [4]. ¡Hansemann e von der Heydt! Estos dos nombres representan para la burguesía prusiana toda la diferencia que media entre marzo e diciembre de 1848.
 
La burguesía prusiana fue lanzada a las cumbres del poder, pero no como ella quería, mediante un arreglo pacífico con la corona , sino gracias a una revolución. e por cuanto había sido un movimiento popular el que le había abierto el camino, no eran sus propios intereses, sino los intereses del pueblo lo que la burguesía prusiana tenía que defender ahora frente a la corona, es decir, frente a sí misma, pues a sus ojos la corona no representaba más que una pantalla por la gracia de Dios, tras que la que debían ocultarse sus propios intereses terrenales. La intangibilidad de sus propios intereses e de las formas políticas correspondientes a dichos intereses debía significar, traducida al lenguaje constitucional, la intangibilidad de la corona. De aquí el entusiasmo de la burguesía alemana, e sobre todo de la prusiana, por una monarquía constitucional. Por eso, a pesar de que la revolución de Febrero e sus repercusiones en Alemania favorecían a la burguesía prusiana, pues pusieron en sus manos el timón del Estado, embrollaron sus cálculos, ya que su dominación estaba ligada ahora a unas condiciones que ella no quería ni podía cumplir.