Página:Obras completas de Luis de Camões III (1843).djvu/328

330

No pudiera mas cantar.
Porque estando á un rincon
De la casa adó quedé,
Senti muy grande ronron,
Y mirando, que miré?
Vi que era un gran raton.
Empero yo nunca sigo,
Sino consejos muy sanos;
Que en estes casos levianos,
Quien desprecia el enemigo,
Mil veces muere á sus manos.
Pero mi Señor alli
Mató al Rey de los Glipazos:
Yo como muerto le vi,
Juro á mi fé, que le dí
Mas de dos mil cuchillazos.
Y por me librar de afan,
Me voy siempre á cosa hecha
Probar mi mano derecha;
Que aquel es buen capitan,
Que del tiempo se aprovecha.
Que quien ha de pelear,
Ha de buscar tiempo y hora.
Pero quiero caminar,
Que me muero por contar
Todo aquesto á mi Señora.