muito regulares: testa espaçosa, olhos grandes e pretos, bocca pequena, rosto redondo.
O que nós hoje podêmos apenas estranhar n'esse retrato são as exaggeradas dimensões dos bandeaux, que eram moda n'esse tempo, sendo costume adornal-os com marabuths e estrellas de pedras preciosas.
D. Luiza de Gusmão não morrêra de idade que a velhice a tivesse podido deformar: tinha apenas 53 annos. E a proposito citarei um documento, por ser pouco conhecido entre nós: é a certidão de idade, que encontrei, segundo os meus apontamentos, na Huelva Illustrada, por D. Juan Agustin de Mora (Sevilha, 1762):
«Que en un libro de baptismos, que comenzó año 1602, y acabó en 1626, que no está foliado, como á la mitad de sus hojas está una partida, que á la letra, es como se segue:
«En la villa de Huelva, jueves veinte y quatro dias del mes de octubre, año de Nuestro Salvador Jesu Christo de mil y seiscientos y trece años, yo el Lic. Diego Muniz de Leon, Visitador General del Arzobispado de Sevilla, baptizé á la señora Doña Luiza Francisca, hija del señor D. Manoel Alonso Perez de Guzman el Bueno, y de la señora Doña Juana de Sandoval, condes de Niebla: fué su padrinho el señor D. Gaspar Alonso Peres de Guzman el Bueno, Marqués de Casaza, y le adverti la cognacion espiritual, y lo firmé: fecho ut supra.—Lic. Diego Muniz de Leon.»